Mis queridos hermanos y hermanas en Cristo, 

Los pateadores de campo en el fútbol americano pasan sólo segundos en el campo durante un partido de 60 minutos pateando goles de campo y puntos extra después de un touchdown, sin embargo, por lo general anotan más puntos que cualquier otro jugador del equipo. Los mejores 25 jugadores que más puntos han anotado a lo largo de su carrera en la historia de la Liga Nacional de Fútbol son pateadores de campo, y 49 de los 50 mejoresjugadores son pateadores de campo. Los partidos se deciden a menudo por un gol de campo anotado o fallado a pocos segundos del final del partido. 

Aunque desempeñan un papel importante en sus partidos de fútbol, los jugadores de campo rara vez se destacan o son recordados por sus inchas. Una excepción notable es Harrison Butker, un pateador de goles que ayudó a ganar la Super Bowl tres veces con los Kansas City Chiefs, incluida su victoria en el campeonato el pasado invierno.

Harrison Butker volvió a ser noticia por su discurso de graduación pronunciado en el Benedictine College de Atchison, Kansas, el sábado 11 de mayo de 2024. El discurso de Butker puede describirse como en favor a Dios, a la fe, a la vida, a la familia y a la maternidad. El hecho de que haya sido objeto de duras y fuertes críticas por sus comentarios demuestra hasta qué punto nuestro país se ha alejado de sus raíces y valores judeocristianos. El contexto de su discurso, pronunciado por un fiel católico en una universidad católica que abraza y promueve firmemente la doctrina católica, desenmascara el fuerte sentimiento anticatólico que tiene una fea historia en Estados Unidos y que, por desgracia, sigue acechando no muy lejos bajo la superficie de una sociedad educada. 

Hay que señalar que casi un tercio del discurso de Butker (1.095 de 3.677 palabras) está dedicado a criticar a obispos y sacerdotes. Sin embargo, no es eso lo que molesta a la gente. De hecho, ha habido poca o ninguna reacción negativa al respecto por parte de obispos o sacerdotes porque nosotros, obispos y sacerdotes, respetamos su derecho a dar a conocer sus puntos de vista, incluido su llamamiento a que los sacerdotes ejemplifiquen «aquellas virtudes propias de todo cristiano y, de hecho, de todo hombre honorable: comprensión, justicia, una vida de trabajo -trabajo sacerdotal, en este caso- y buenos modales». Recuerda a los obispos que, «como un padre ama a su hijo, así un pastor debe amar también a sus hijos espirituales». En lugar de responder a estas observaciones con resentimiento, apreciamos mucho que nos recuerde nuestros elevados ideales, al tiempo que promete rezar y ayunar por los obispos y sacerdotes.

Por desgracia, los críticos laicos de la izquierda han censurado a Butker por sus breves comentarios sobre otros segmentos de la sociedad. ¿Qué dijo exactamente que ha suscitado tanta indignación?

Dirigiéndose muy respetuosa y directamente a las mujeres de la promoción a graduarse, Butker dijo: “Puede que algunas de vosotras lleguéis a tener carreras de éxito en el mundo, pero me atrevería a adivinar que la mayoría de vosotras estáis más ilusionadas con vuestro matrimonio y los hijos que traeréis a este mundo”. Elogió a su esposa, Isabelle, diciendo que ella «sería la primera en decir que su vida empezó de verdad cuando empezó a vivir su vocación como esposa y como madre». Añadió que todo su éxito fue posible porque una chica que conoció en clase de banda en la escuela intermedia se convertiría a la fe, se convertiría en su esposa y “abrazaría uno de los títulos más importantes de todos: ama de casa.” El público respondió a estas observaciones con un aplauso de 18 segundos. 

Butker elogió al Benedictine College como «un próspero faro de luz» donde los intentos de reprenderles y avergonzarles por aferrarse a los valores católicos «no serían recibidos con ira, sino con entusiasmo y orgullo. No el tipo de orgullo del pecado mortal al que se dedica un mes entero, sino el verdadero orgullo centrado en Dios que coopera con el Espíritu Santo para glorificarlo». En ninguna parte de su charla utiliza el acrónimo «LGBTQ» ni las palabras «gay», «lesbiana» u «homosexual», sin embargo, esta referencia oblicua (que consta de 15 palabras de 3.677, o el 0. 4 por ciento de toda la charla) referida al llamado mes del orgullo, fue detectada por la policía de la DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) y sus diputados, que se pusieron como fieras, ignorantes al parecer del hecho de que el orgullo y la lujuria a los que dedican su mes han sido considerados por los cristianos durante siglos como uno de los siete pecados capitales o mortales. Una petición en línea para que «la dirección de los Kansas City Chiefs despida inmediatamente a Harrison Butker» ha reunido casi 200.000 firmas.

El jefe de Diversidad de la NFL, Jonathan Beane, dejó claro que la NFL no está de acuerdo con Butker. En una declaración escrita, Beane afirmó: «Harrison Butker pronunció un discurso a título personal. Sus opiniones no son las de la NFL como organización. La NFL se mantiene firme en su compromiso con la inclusión, que sólo hace más fuerte a nuestra liga.» Por desgracia, la inclusión en la NFL aparentemente no incluye a los católicos. 

No debería sorprendernos que el mundo secular nos odie por nuestras creencias cristianas. Jesús dijo a sus discípulos: “Si el mundo os odia, sabed que a mí me odió primero” (Juan 15:18). Como Butker recordó a sus oyentes: “Nuestra fe católica siempre ha sido contracultural. Nuestro Señor, junto con innumerables seguidores, fueron todos condenados a muerte por su adhesión a sus enseñanzas. El mundo que nos rodea dice que debemos guardarnos nuestras creencias cuando van en contra de la tiranía de la diversidad, la equidad y la inclusión. Tememos decir la verdad, porque ahora, por desgracia, la verdad está en minoría”. Que Dios bendiga a Harrison Butker por decir la verdad. Que su valentía nos anime a todos a defender lo que es justo y a hablar en favor de la verdad. 

Que Dios nos conceda esta gracia. Amén.